Una llamada anónima alertó que afuera de una casa marcada con el número 369 de la calle Azalea, colonia Porvenir, se ubicaba un automóvil con propaganda panista, documentos y cheques.
Morelia • Con la detención de seis personas y el traslado de una mujer en aparente estado de parto fue el saldo de una denuncia ciudadana que alertó sobre la presunta coacción de votos a favor de la abanderada del PAN, Luisa María Calderón, los incidentes se registraron a unos metros de una casilla.
Una llamada anónima alertó que a las afueras de la casa marcada con el 369 de la calle Azalea en la colonia El Porvenir, se encontraba un automóvil que contenía propaganda panista, documentos y cheques, igualmente, se denunció que al interior del inmueble se encontraban medio centenar de brigadistas pertenecientes de la campaña de la candidata del PAN a la gubernatura.
Al lugar se presentó un agente del ministerio público y agentes de la policía ministerial, quienes pusieron a resguardo la unidad e intentaron averiguar qué sucedía al interior de la casa habitación.
Las “indagatorias” de los agentes de la Procuraduría General de Justicia los llevaron a tocar el timbre y tocar el portón de la casa de tres pisos, sin que nadie respondiera al llamado de los agentes.
Acto seguido, hicieron uso de su paciencia y se sentaron a esperar por espacio de 40 minutos, en ese lapso llegaron dos camionetas de Policías Federales quienes permanecieron por un breve tiempo, tomaron notas y se retiraron del lugar.
Minutos después llegó una mujer, quien dijo llamarse María Arrieta, quien alertó que al interior de la casa se encontraba una mujer dando a luz y pidió que a reporteros y agentes que ¡por favor llamaran una ambulancia!
Casi de forma inmediata se abrió la puerta del inmueble y salió una treintena de jóvenes a quienes los agentes ministeriales les impidieron el paso con la intención de interrogarlos, la intentona de los uniformados provocó la molestia de los supuestos brigadistas, quienes después de un forcejeo e intercambio de palabras lograron evadir el “cerco” de policías y se fueron corriendo, ayudados por la María Arrieta quien no paraba de gritarle a los representantes del Procuraduría General de Justicia.