CIUDAD DE MÉXICO, 23 de noviembre.- Humberto Moreira aseguró que su permanencia al frente del Partido Revolucionario Institucional será decidida por quien sea candidato presidencial.
“Lo que el candidato considere que se necesita para la operación de su campaña es lo que se va a hacer. No puede uno decir ‘estoy hasta el 2015’. Ésa es la disciplina del partido”, aseguró.
En entrevista, el dirigente nacional priista elogió la decisión del senador Manlio Fabio Beltrones de no participar en el proceso interno con miras a 2012 al considerar que fortalece la unidad del partido.
Asimismo defendió la decisión de modificar la convocatoria para la selección del aspirante presidencial, por contener una cláusula que, a su juicio, constituía una mordaza que limitaba la libre expresión de los priistas y podría ser inconstitucional.
Moreira descartó que por el momento se piense en la designación de un aspirante tipo Juanito que les permita –durante el proceso interno– tener acceso a espacio en medios para hacer proselitismo. Reconoció que cuando hay un solo precandidato se pierde la parte de los spots, “pero no así la oportunidad de que se haga una entrevista”.
Rechazó las acusaciones de que el PRI se vio favorecido por el crimen organizado en los pasados comicios de Michoacán. Argumentó, por un lado, que hubo municipios como Ecuandureo, en el que no pudieron participar candidatos del PRI y PRD por amenazas, y por el otro que en varias alcaldías fueron en alianza con el propio PAN.
En ese contexto, no considera que el llamado del presidente Felipe Calderón a impedir la intromisión del crimen organizado en las elecciones sea un acto de proselitismo. “Es algo que compartimos, estamos de acuerdo en eso”, subrayó.
Reiteró su opinión de que la competencia más fuerte en 2012 será con Andrés Manuel López Obrador, y defendió la coalición con PVEM y Panal.
Finalmente, dijo que no sabe cómo fue a dar el logotipo del PRI en el calzoncillo del boxeador Juan Manuel Márquez.
PRI descarta usar a los juanitos
El presidente del Comité Ejecutivo Nacional tricolor sostiene que no ha pensado en renunciar a su cargo. Destaca que ha entregado buenas cuentas: de cinco elecciones locales, todas las ha ganado
Humberto Moreira sabe que sus días al frente del PRI pueden estar contados, pues la tradición política del partido establece que el candidato presidencial disponga del cargo que hoy ocupa el político coahuilense y utilice a su conveniencia la estructura de la organización.
“A muchos compañeros no les gusta que lo diga, pero yo me formé en la escuela de cuadros del partido y sé cuál es la tradición priista”, dice. “Por eso, yo me pondré al servicio del candidato y él me dirá si quiere que me vaya a buscar una diputación o una senaduría o que continúe en mis funciones o lo que él decida”.
A punto de despedirnos, finalizada la entrevista con Excélsior, Moreira voltea a ver a un grupo de colaboradores y suelta a bocajarro: “Prepárense, muchachos, porque en los próximos días nos vamos a volver microscópicos”.
Y es que las ruedas de la postulación del PRI comenzarán a girar el próximo domingo, cuando —todo indica— se registre Enrique Peña Nieto como precandidato único del partido.
Eso sí, Moreira aclara que no ha pensado en renunciar ni dejará la escena por temor a perjudicar la imagen del aspirante.
Se sabe entregador de buenas cuentas —ha ganado, presume, las cinco elecciones locales que le han tocado como dirigente nacional del PRI, “de todas, todas”— y rechaza que los señalamientos al crecimiento exponencial de la deuda del estado de Coahuila, durante el tiempo que fue gobernador, vayan a dañar la imagen del tricolor ante los votantes.
“Ya intentaron eso en Michoacán y les ganamos”, apunta, retador. En cuanto a la mella que dichas acusaciones pudieron haber hecho en su persona, simplemente levanta los hombros y comenta: “Es parte de esta travesía, lo que uno tiene que aguantar”.
Es difícil de creer que Humberto Moreira Valdés (Saltillo, 1966) no haya cumplido aún nueve meses en la presidencia nacional del PRI y que, sin embargo, ese lapso haya sido suficiente para convertirlo en el centro de muchas discusiones.
Ya sea por su estilo bronco y sus declaraciones impregnadas de folclor —reflejos que hoy parecen contenidos—o por el escándalo de falsificaciones de documentos relacionados con la deuda del estado o por el cruce de navajas, real o imaginario, con el senador Manlio Fabio Beltrones, el hecho es que Moreira casi nunca ha estado ausente en las noticias desde marzo pasado.
Tan sólo hace tres semanas se decía de él que estaba con un pie en la banqueta de Insurgentes Norte, porque pocos creían que el PRI saldría airoso en Michoacán, donde la candidata panista Luisa María Calderón parecía traer un momentum irrefrenable.
El triunfo del priista Fausto Vallejo en la elección para gobernador de ese estado dio un segundo aire a Moreira —quien parece consciente de haber caminado un rato en la cuerda floja—, pero, apenas recuperó la respiración luego de ese trance, hoy enfrenta las consecuencias de decisiones tomadas en el marco de los preparativos del PRI para las elecciones federales del año entrante: la coalición con el Partido Verde y Nueva Alianza, el club de la maestra Elba Esther Gordillo, que provocó protestas entre priistas de varios estados por la cesión de candidaturas, y, mucho más significativa, la polémica emisión de la convocatoria para elegir al candidato presidencial del partido, que a todas luces parece estar detrás del desistimiento de Beltrones de buscar esa postulación.
Pero así es Moreira, político de tempestades, quien también sabe meter el freno, cuando se requiere, y arrojarse en brazos de la prudencia.
En la entrevista, el dirigente del PRI pone hielo sobre su relación con Manlio Fabio Beltrones —“hay una relación de respeto con el senador”, afirma—; no muerde el anzuelo que pareció lanzarle el presidente Felipe Calderón, el domingo pasado, cuando llamó a votar por personas que no claudiquen en la lucha contra el narcotráfico —“¡claro!, debemos trabajar todos para resolver el tema de la seguridad en el país”—, y evita criticar a las autoridades federales que lo señalan como el autor intelectual del sobreendeudamiento coahuilense –“confío en que se mantendrán imparciales durante las investigaciones”.
Es el mismo Moreira el que no se aguanta las ganas de contar un chiste, cuando abordamos el tema del logotipo del PRI en el calzoncillo del boxeador Juan Manuel Márquez, en la pelea del sábado 12 contra Manny Pacquiao.
“¿Mamá, por qué se me caen los pantalones?”, pregunta el púgil filipino, interpretado por el dirigente del PRI. Y termina el cuento: “Es porque ese cinturón no es tuyo, hijito”.
El siguiente es el texto de la entrevista:
— ¿Cómo arranca el PRI?
— ¿Cómo arrancamos en esta etapa del Comité Nacional? Con cinco elecciones: Estado de México, Coahuila, Nayarit, Hidalgo
—las municipales— y Michoacán, y de las cinco, con cinco triunfos.
—Pero ésta es otra contienda, la Presidencial, y el PRI comienza con algunos problemas internos respecto de la convocatoria y el convenio de coalición…
—Son expresiones válidas en el partido.
—¿No son problemas?
—Yo no lo veo como problema, lo veo como una oportunidad de dialogar y poder llegar a acuerdos. Son expresiones. El partido es la suma, la confluencia de muchas expresiones políticas dentro del partido, que tienen que escucharse.
“En el caso de las coaliciones, el primer punto fue llegar a un programa que nos uniera, y después a espacios políticos-electorales de competencia. Recordemos que hace seis años se dieron espacios en la lista plurinominal. Ahora cada quien lleva su lista plurinominal, es decir, las listas del PRI son para los priistas.
“En el caso de la contienda en tierra, es decir, en la de mayoría, sí hay acomodo de las fuerzas para poder lograr la suma de otros partidos, como es el Partido Nueva Alianza y el Partido Verde Ecologista.
“Y respecto de la convocatoria, hay la claridad de que el Comité Nacional, el presidente, tiene la facultad de emitirla”.
—Déjeme comenzar por el convenio de coalición. ¿Realmente necesita el PRI al Partido Verde y a Nueva Alianza?
—Hemos ido con ellos en otras elecciones, sobre todo locales, hay coincidencias con ellos. En el caso de Nueva Alianza, es un partido que nace en la sociedad, pero que tiene una base muy importante en el gremio magisterial. Con los maestros hay una alianza histórica, de muchísimos años.
“Y en el caso del Partido Verde, hay un acuerdo de alianza donde hemos competido y hemos ganado juntos. Entonces, creemos que las estructuras de los tres partidos son importantes para lograr ese compromiso por México, dentro y fuera de lo electoral.
—En las encuestas se les ve a ustedes arriba, 40 por ciento, incluso en algunas arriba de 50 por ciento. ¿Realmente hacía falta esta coalición?, ¿No mandan el mensaje de que pudieran no estar tan seguros del triunfo?
—Nosotros creemos que la suma de estas expresiones, de partidos políticos, son importantes para nosotros, y creemos que nos permite tener un triunfo más sólido. Tenemos una ventaja muy importante, que ronda en el 50 por ciento, contra la izquierda y la derecha; es decir, donde van 25-25, por ponerle datos aproximados, pero nos hace falta tener una estructura muy sólida y además compartimos un mismo programa.
— A los militantes de estados como Sinaloa, Zacatecas, Quintana Roo y Chiapas, inconformes por las posiciones que el PRI ha cedido al PVEM y al Panal, ¿qué les diría?
— En los casos de Sinaloa, Chiapas, Puebla, Quintana Roo y el Distrito Federal, que se abre una etapa para poder llegar a acuerdos y poder revisar en qué consisten estas coaliciones. A ver, queremos que nos apoyen en algunas áreas donde necesitamos tener mayor fortaleza. A cambio de eso, necesitamos llegar a acuerdos de participación político-electoral.
— En 2005, cuando se planteó por primera vez la posibilidad de expulsar a Elba Esther Gordillo, la presidenta de la Comisión de Justicia Partidaria era Martha Tamayo, de Sinaloa, y ahora en Sinaloa por la coalición, en la boleta de senadores, irá un representante de Nueva Alianza, ¿no es una contradicción eso?
— Eso sucedió en 2005. A partir de ahí, hemos hecho muchas alianzas, en los estados, con Nueva Alianza. Es decir, llegamos a solicitar a ambos partidos el poder ir juntos y participamos en muchas elecciones. No podemos nosotros estancarnos ni poner un ancla en 2005.
— Tengo que preguntarle por el Distrito Federal. Algunas encuestas contemplan la posibilidad de que ustedes pudieran ganar delegaciones, diputaciones y hasta la Jefatura de Gobierno. Pero tienen un problema serio con Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, líder de una de sus facciones, que en días pasados llegó a los golpes con otra. ¿Qué va a hacer ahí?
— Primero, reconocer que (Gutiérrez de la Torre) es una fuerza importante dentro del partido. El no hacerlo así sería estar tratando de ocultar una verdad. Cuauhtémoc tiene un trabajo territorial. ¿Cuál es mi punto de vista ahí y lo que creo que tenemos que hacer en el partido? Sentar a todas las fuerzas, escuchar y tratar de construir.
“Son muchos años, muchos, en que han estado divididos los grupos aquí en el Distrito Federal. El gran trabajo del Comité Nacional es tratar de unirlos, llegar a unir la fuerza de todos los grupos y consolidar nuestra fuerza para tener un triunfo electoral.
“¿Qué nos dicen las encuestas? Que tenemos todas las posibilidades de ganar delegaciones, diputaciones federales, locales, las senadurías y obviamente la Jefatura de Gobierno. ¿Qué nos hace falta al interior? Ponernos de acuerdo, y tenemos mucho tiempo, tenemos siete meses y días para lograrlo.
— Cuando un diputado golpea a una compañera de partido en el rostro, cuando se avientan sillas, ¿qué imagen proyecta eso a los votantes?
— Fue algo muy lamentable, tenemos que reconocerlo, pero es una llamada de atención para todos, a tener que llegar a construir y llegar a solucionar los problemas al interior del partido.
—Déjeme preguntarle ahora por la convocatoria. Se cambió de última hora la cláusula décimo cuarta, para evitar, dicen algunos, ponerle una mordaza a los gobernadores y a personajes con cargo de elección popular. ¿Por qué se hizo esto?
—La Comisión de Procesos Internos elaboró una propuesta de convocatoria. Viene la parte de los sectores, que eso no se movió. Se movió la décima cuarta. La décima cuarta decía, como propuesta, que quienes son gobernadores o presidentes municipales no pudieran tener una expresión pública de simpatía hacia uno de los precandidatos.
“Esto implicaba que limitáramos la expresión de ellos. Está en contra de lo que dice la Constitución, es una mordaza para que no se pueda hablar, pero además tendríamos el problema de la inconformidad de ellos, es decir, ‘quiero expresarme por tal o por cual candidato o precandidato’, y por eso se tomó la decisión, basado en las facultades que tiene el presidente del Comité Nacional: quitar esa parte que no favorece a la unidad y a la expresión de todo el priismo.
— Hay quienes lo ven como quitar una mordaza, pero también quienes lo ven como que esto va a propiciar la cargada. ¿Está de acuerdo con quienes piensan así?
— Yo estoy de acuerdo en que tengamos las libertades en el partido para expresarnos, y la tolerancia también. He decidido ser tolerante con las expresiones que hay dentro del partido y, bueno, se tiene que permitir que todos participen, ese es mi punto de vista. Pero además, no habría el soporte legal para impedirlo.
— Hay muchas expresiones críticas sobre su gestión en el partido. Incluso hay quienes, como el diputado Héctor Pablo Ramírez, han dicho abiertamente, en las redes sociales, que los ataques en su contra vienen de parte de Manlio Fabio Beltrones. ¿Es así?
— Hay un reconocimiento al senador Beltrones, un reconocimiento a un hombre con una gran experiencia, una gran capacidad, con una gran contribución al partido. Un hombre además que tomó una decisión importante para fortalecer y contribuir al fortalecimiento de la unidad del partido.
—¿Él no está detrás de los ataques en su contra, como dicen algunos que lo apoyan a usted?
— Yo no lo veo así; a él lo veo como un senador que tiene una gran experiencia, insisto, y tenemos una muy buena relación, por una parte. Por otra parte, tenemos que evaluar a la presidencia del partido, y a la de cada comité, de acuerdo con resultados.
“En todas las elecciones que se me han presentado, todas las hemos ganado, en ni una sola hemos perdido. Esa es la forma de medir y evaluar el resultado. Pero además de eso, hemos logrado emitir la convocatoria, construir la posibilidad de tener candidato y estamos a siete meses de la elección”.
— ¿Cómo queda el partido después de que uno de los dos posibles aspirantes a la Presidencia decide no competir en el proceso interno, luego justamente de estas polémicas que hemos comentado?
—Hay una expresión muy clara, un desplegado del senador Beltrones, donde, si lo analizamos, viene esa decisión personal y de priista, de contribuir para salir fortalecidos y lograr una verdadera unidad en lo que viene. ¿Cómo queda? Me parece que es la oportunidad para fortalecernos, para escucharnos todos y para salir más fuertes.
—¿El proceso de nominación del candidato está saliendo como usted lo preveía, o esperaba, más bien, una contienda interna entre dos precandidatos, Enrique Peña Nieto y Manlio Fabio Beltrones?
— Nosotros teníamos preparado todo para el registro el 27 (de noviembre), por si había los dos registros o más. Y, bueno, se está dando esto, y nos prepararemos a partir de hoy para el escenario que se presenta ahora, ¿no?
—El tener un solo precandidato va acompañado de restricciones legales en cuanto a la difusión…
— Sí, para los spots de radio y televisión, esa es la única parte, y obviamente para que quien es precandidato presente una propuesta de gobierno, es decir, “voy a hacerles este puente, esta escuela, este hospital”. Eso no está permitido.
O que solicite abiertamente el voto en los medios de comunicación, eso es lo que está prohibido.
“Cuando hay un solo precandidato, ¿qué parte se pierde?, la parte de los spots, pero no así la oportunidad de que se haga una entrevista, ¿no?
—¿Habrá otros contrincantes dentro del PRI, algunos que incluso pudieran ser calificados como juanitos, para brincar la restricción sobre los spots?
— No lo hemos previsto así. Se requiere una serie de condiciones para poder contender, hay que cubrirlos. Nadie hasta estas horas me ha dicho que se esté acercando a los sectores para pedir el respaldo.
— ¿A qué se refiere Beltrones cuando dice que hay quienes tienen prisa en el PRI y quienes privilegian la unidad solamente para proteger intereses?
— No tengo idea clara a qué se refiera. Lo que puedo decir del senador es que hay una relación de respeto y de afecto hacia su persona.
— ¿Qué le puede ofrecer el Comité Nacional del PRI a Manlio Fabio Beltrones?
— En los próximos días tengo que platicar, sin duda, con el senador Beltrones. Es un hombre que le ha aportado mucho al partido, y que tiene mucho que aportar todavía.
—¿No pierde el PRI la posibilidad de tener un candidato de recambio en caso de que lo necesitara por cualquier circunstancia?
—No es nuestra apuesta pensar en un candidato de recambio.
—¿La apuesta fue, desde el principio, que Enrique Peña Nieto sería el candidato del PRI? ¿Así se lo plantearon al Verde y Nueva Alianza?
— Las veces en que me he sentado con Luis Castro, de Nueva Alianza, o con Arturo Escobar, que es el vocero (del PVEM) y con quien llegué a tener pláticas, nunca se dijo. Y en la mesa donde se trabajaron los distritos y los estados para ir en coalición parcial, tampoco, francamente.
— ¿Hay posibilidad de cambios en el convenio de coalición ante la inconformidad de algunos priistas?
— La ley permite que se hagan algunas modificaciones, siempre.
—¿Y éste es el caso?
—Si llegamos a un acuerdo con los partidos coaligados, sí.
—Sobre el tema de la deuda de Coahuila, la Fiscalía del estado acaba de decir que no hay indicios de que usted, como gobernador, hubiera tenido participación en la contratación irregular de deuda, en la falsificación de documentos. ¿Cómo se siente ante estos señalamientos?
— Primero, reconociendo que sí hubo errores por parte de funcionarios estatales. Hay que reconocer: sí hubo errores…
— Eran funcionarios
a su cargo…
— Tan hubo errores que yo interpuse una demanda para que se investigara, como también los hubo de funcionarios federales. ¿Cómo me siento? Siento que se ha cargado toda la batería hacia un lado del problema, de las dos áreas de gobierno: federal y estatal.
“Suponer que pude haber sabido (sobre el ocultamiento de información) es absurdo. El Congreso mayoritariamente nos apoyó en mi gestión, no hubiéramos batallado para hacer ningún trámite en eso, y suponer eso sería suponer que Ernesto Cordero sabía también, ¿no?
“¿Cómo lo veo?, pues muy canteado para un lado, ¿no?, es decir, se señala un problema cuando no se ve el grado de desarrollo que tiene el estado.
“Una parte son los problemas. Sí hubo error, se reconoce que hubo un error, y grave, además, y se debe castigar.
“Y otra parte es el empleo de los recursos: son 34 mil millones de pesos de deuda, sí, pero de inversión son 52 mil millones, es decir, con todo respeto lo digo, aquí (en el DF) no hay las obras viales que hay allá, los distribuidores viales.
“Allá triplicamos las camas de hospital. Hoy todo el estado tiene preparatorias. Somos el estado que más disminuyó la pobreza, junto con Puebla. No vemos que el país ha crecido en su deuda, son cinco millones de millones de pesos de deuda. La de Coahuila representa el 0.07% de eso, pero la magnitud de obra del estado de Coahuila es muy superior.
“¿Cuándo se ha hecho una discusión de por qué el estado de Coahuila logró el primer lugar en reducción de pobreza?, ese no es tema, ¿no?”
—¿Usted ve una utilización política en este tema para golpearlo?
—Creo que un tema legal se debe ver en lo legal, y no politizarlo. Creo que un tema financiero se ve en lo financiero, y ver el origen de los problemas en los estados, Coahuila no es el estado que más debe, pero sí el que más obras tiene.
“Entonces, ¡vaya!, no me parece que se dé una utilización así, pero, bueno… es parte de esta travesía en la que tiene uno que aguantar, ¿no?”
—¿Cómo ve el papel de las dependencias federales en la investigación?
—Esperaría que hubiera una posición de imparcialidad, de seriedad y de claridad. Si funcionarios de Coahuila realizaron trámites en Hacienda, y en Hacienda los registraron, se tiene que investigar también esa parte. Es del mismo tamaño el problema en el ámbito estatal como en el ámbito federal, pero todas las baterías están recargadas a un estado, que, por cierto, es un estado que aporta muchísimo más dinero del que recibe.
—¿Qué le dice a quienes dudan de la investigación porque se está haciendo por parte de la fiscalía de Coahuila?
—Ahí puso la denuncia el PAN. Antes que la mía está la denuncia del PAN, incluso el proceso se inicia con ellos, las demás son complementarias.
—¿Cree que esta serie de denuncias, la discusión del tema de la deuda, vaya a ser un factor en la campaña?
—No sé, pero lo quisieron hacer ahora en Michoacán, y ganamos.
—¿En algún momento pensó que los ataques pudieran llevarlo a renunciar como presidente del PRI?
—A ver, ¿cuál es mi posición como presidente del partido? Como alguien egresado de la escuela de cuadros del PRI, primer lugar nacional de aprovechamiento, sé que el día que haya candidato, el candidato manda en el partido. A algunos compañeros no les gusta que lo diga, pero así es.
“El candidato tiene que tener la facilidad de poder tener su estructura de partido y decirle al presidente del partido ‘quédate ahí’ o ‘ayúdame en la estructura electoral’ o ‘ayúdame en la promoción del voto’ o ‘busca ser candidato a diputado o senador’ o ‘vete a tu casa’.
“Cuando la elección de 2000 hubo cambio de presidente de partido cuando hubo candidato. Estaba José Antonio (González Fernández) y entró Dulce María (Sauri). ¿Quién tomó la decisión? El candidato.
“Por eso, lo que el candidato considere que se necesita para la operación de su campaña es lo que se va a hacer, no puede uno decir estoy hasta 2015, esa es la disciplina del partido.”
—Es decir, ¿se iría del cargo por esta costumbre priísta, pero no por el hecho de que las acusaciones en su contra pudieran perjudicar al candidato?
—No, porque son del mismo tamaño que las del precandidato Ernesto Cordero, nada más que él se dedicaba a ver la parte financiera, y yo a la de seguridad, obra pública, desarrollo social, la parte financiera, es decir, a una gama de cosas, y él nada más a la parte financiera.
“La parte injusta es que todas las baterías se vienen para acá, cuando es del mismo tamaño el problema del otro lado.”
—En Michoacán hubo encuestas, incluso la percepción pública de que el PAN se iba a llevar esta elección… ¿A qué le supo el triunfo?
—Ha sido un triunfo muy importante en mi carrera política, con un gran candidato y ser humano como es Fausto Vallejo. Con una gran organización del priismo, del presidente estatal del partido, de toda la estructura, del secretario de Elecciones del comité estatal y del delegado, un trabajo de equipo.
“Efectivamente, la mayoría de las encuestas, casi todas, salvo el caso de Ulises Beltrán y Proyecta, nos ponían abajo. Es una gran satisfacción.”
— ¿Le sabe a revancha?
—No, me sabe a un gran logro en mi carrera política dentro del partido, y el poder mantenerme de todas, todas.
—¿No manchan el triunfo las acusaciones posteriores, por parte del PAN y el PRD, de que el PRI se benefició de las presiones del crimen organizado sobre los electores?
—Qué interesante que lo preguntes porque quisiera hablar de eso. En Ecuandureo, un municipio de Michoacán, no pudieron participar los candidatos del PRI y del PRD, no los dejaron participar, eso no es nota. Es decir, hubo amenazas para ellos y no pudieron participar, nada más hubo candidato del PAN en ese municipio. Y ganó, por supuesto, porque nada más había uno.
“Pero el triunfo del PRI, ¿dónde está? En los municipios grandes. Revisemos el resultado de Morelia. La capital es la clave, pues hace que nos despeguemos muchísimo. En Uruapan nos fue muy bien. En Tierra Caliente fuimos en alianza en varios municipios con el PAN, alianzas que hicieron en los propios municipios, entonces, sería contradictorio pensar eso.”
—El presidente Felipe Calderón habló unos días después, en el aniversario de la Revolución Mexicana, y dijo que los electores deberían inclinarse por políticos que estén dispuestos a impedir que el crimen organizado se introduzca en los procesos electorales, ¿qué piensas?
—¡Claro! Tenemos que trabajar todos para resolver el problema de seguridad que existe. En dos vías: enfrentándolo de manera directa, con inteligencia. Por la otra, la vía del empleo, el combate a la pobreza y la educación. Por supuesto, es algo que compartimos.
—Existiendo, como usted me dice, en Ecuandureo y otros municipios ese tipo de presiones por parte del crimen organizado, ¿cómo se enfrenta? Porque vamos a ir a un proceso nacional.
—Con toda la seriedad de trabajar juntos y unidos: el gobierno federal, las fuerzas políticas del país, los gobiernos estatales y municipales, para enfrentar este tema. Pero insistiría mucho en que hay que trabajar en la segunda vía. La veo poco trabajada y caminada para poder resolver los problemas de pobreza, la cual sigue creciendo. También, los problemas de marginación social y la falta de oportunidades de educación y empleo. Si eso no se atiende, discúlpenme, no vamos a resolver el problema.
—Eso no da tiempo de aquí a siete meses…
—A siete meses no, pero tenemos que iniciarlo en algún momento y hay que iniciarlo ya.
—¿Cómo ve a los potenciales contrincantes? Usted fue acertado al decir que López Obrador sería el candidato de la izquierda. ¿Quién va a ser el candidato o candidata del PAN?
—Desde mi punto de vista, Josefina, pero es una decisión de los panistas.
—¿Qué le pareció la decisión en la izquierda?
—Llegaron a un buen acuerdo, lo procesaron bien y lo mostraron bien a la sociedad. Hay que reconocerlo.
—Podría darse el caso de que, en la etapa de precampaña, los panistas tengan mayor exposición, por ser los únicos con acceso a los spots. ¿Le preocupa?
—No, porque es nada más la parte de spots, pero la exposición pública puede seguir sin ningún problema.
—¿Cómo ve su proceso interno?
—Están ellos en tres, ¿no? Tienen que ponerse de acuerdo, es una decisión de ellos. Sigo viendo, no obstante, que la competencia será con Andrés Manuel.
—Con Andrés Manuel, ¿independientemente de quién sea el candidato del PAN?
—Sí, es un hombre que ha recorrido el país, tiene trabajo y ha sido congruente. No porque sea el adversario lo vamos a descalificar. Sí, con él hay una mayor competencia.
—¿No ve a los partidos en general brincándose las trancas de la reforma electoral de 2007 que ellos mismos aprobaron?
—En mi oportunidad, me manifesté en contra de esa reforma electoral, y el único Congreso estatal que votó en contra fue el de Coahuila, en contra de la ley mordaza, en contra de todo esto. Nunca estuve en favor, y no lo digo en este momento por la coyuntura. Ha complicado y genera luego dificultades para poder tener una expresión clara con la sociedad.
—Cuénteme del emblema del PRI en el short del boxeador Juan Manuel Márquez. ¿Cómo llegó allí?
—Yo estaba el sábado (12) en la noche en Morelia trabajando con lo del día siguiente, revisando que estuvieran todos los representantes, que supieran todos a qué hora y todos me dicen ¿va a ver la pelea? No tengo tiempo, les dije, tengo que organizar la parte final de la elección. “Y luego me dicen, a través de un mensaje que me mandaron, ‘oye trae el logotipo Márquez en su calzoncillo’. Entonces sí me fui a ver la pelea. Te lo digo con franqueza: no sé cómo fue a dar ahí el logotipo”.
“Lo que sí te puedo decir es que el Pacquiao nos quitó el triunfo, ¿no? ¡Ganó Márquez, sin duda! Por eso comentan que el filipino pregunta: ‘Mamá, ¿por qué se me caen los pantalones?’ Y ella le contesta: ‘Porque ese cinturón no es tuyo, hijito’”.
— La ausencia de los tres consejeros en el Consejo General del IFE parece que llegará hasta el día de la elección. ¿Le preocupan las posibles impugnaciones al resultado, por esa razón?
—Bueno, pero existe un Instituto Federal Electoral con los consejeros que tiene. Lo ideal hubiera sido estar completos, se han hecho esfuerzos para lograrlo. El PRI ha hecho el esfuerzo, el coordinador Francisco Rojas ha hecho los esfuerzos con los diputados priistas y no se ha concretado. No está quedando por el PRI.
— Si no está quedando por el PRI, ¿por quién sí?
— Hay discusiones en la Cámara, pero la última ocasión hubo una propuesta concreta y no se logró. Espero que todavía se pudiera procesar.
Via: Excelsior