Aqui comparto esta columna de Ricardo Aleman, que destila la pura verdad. No entiendo como el equipo, que cobra millones de pesos, por manejar a Cordero, pueda estar cometiendo estos errores tan graves.
En estos momentos el futuro del PAN en la contienda electoral de 2012 es totalmente incierto.
Nadie podría asegurar que la candidatura presidencial será para Josefina Vázquez Mota, para Ernesto Cordero o para Santiago Creel.
Absolutamente nadie podría confirmar –sin lugar a equivocarse –, si es que el PAN obtendrá los resultados esperados en el proceso de renovación del ejecutivo federal.
Sin embargo, lo menos incierto –por no decir lo más seguro –, es que Ernesto Cordero parece tener a sus peores enemigos al frente de su estrategia de comunicación.
Y es que en no más de 3 días, el equipo de Cordero ha cometido errores que, por decir poco, son de alguien que podría buscar lo que sea menos llegar a la presidencia de un país.
La primer gran falla de Cordero –y de los genios que lo respaldan –, ocurrió el lunes pasado.
Por alguna razón que quizá ningún experto en redes sociales y/o comunicación podría explicar; los responsables de la cuenta de Twitter del “delfín azul” desperdiciaron varios “tweets” agradeciendo a todos los que hacían posible que el panista fuera “trending topic”, es decir, uno de los temas más mencionados en la red social.
Sin embargo, lo que nadie le explicó a la gente de Cordero, es que buena parte de los mensajes que colocaron al ex secretario de Hacienda en esta posición, eran burlas, ofensas y cualquier otra cantidad de menosprecios.
En otras palabras, ante los ojos de los “twitteros”, Ernesto Cordero agredecía una y otra vez la interminable ola de groserías de la que fue objeto.
Pero la cosa no terminó ahí.
Un día después –el martes 29 de noviembre –, algún despistado tuvo a mal recomendar a Cordero una estrategia que no sólo se ha probado fallida; sino que exhibe un lamentable complejo de inferioridad.
El panista invitó a los electores a no votar por el que “retrate y hable bonito” –en clara referencia a Enrique Peña Nieto –, e incluso cometió el desatino de exigir que se tome en cuenta la experiencia a la hora de emitir los sufragios.
Seguramente nadie le explicó a Ernesto Cordero que una frase similar –”soy feo pero sé gobernar” –, fue determinante para colocar a Rubén Mendoza –el candidato panista que disputó con Peña el gobierno mexiquense en 2006 –, del primer lugar con 20 puntos de ventaja, a un penoso segundo puesto, 25 puntos debajo del priista.
Es decir, que el cartucho quemado de Cordero, no sólo no afectó a Peña en la elección del Estado de México; además el exgobernador lo remontó y aplastó a su entonces adversario Rubén Mendoza.
Por otro lado, es de risa loca que alguien que jamás ha tenido un gobierno en sus manos –nos referimos a Ernesto Cordero, claro está –, intente tumbar al ex gobernador de la entidad más poblada y conflictiva de México, con el argumento de que el país no necesita alguien que “venga a aprender”.
La verdad es que –luego de su aparentemente interminable cadena de pifias –, el que parece que intenta aprender sobre la marcha, es precisamente Ernesto Cordero.
Y finalmente, la cereza que coronó el pastel de barbaridades del panista, llegó hace un par de horas.
Nuevamente en Twitter, Cordero colocó una imagen que lo retrata de forma similar a la famosa fotografía que impulsó a Barack Obama a la presidencia de su país en 2008.
Como era de esperarse, el alud de burlas y descalificaciones no tardó en llegar. De hecho, a raíz de esta imagen, el precandidato apareció por segunda ocasión en los temas más comentados del momentos.
Una vez más, Ernesto Cordero aventaja al resto de los precandidatos presidenciales, pero lo hace por la mala imagen, las críticas y las estrategias de comunicación equivocadas.
Si a eso le apuesta, adelante.
Por Ricardo Alemán.