Andrés Manuel López Obrador en rueda de prensa manifestó que impugnará la elección del 1 de julio en la que no salió favorecido por la mayoría de votos, requisito ineludible para alcanzar la Presidencia de la república. Dijo que la elección estuvo plagada de irregularidades antes, durante y después del proceso y señaló que la mayoría de los medios patrocinaron a Enrique Peña Nieto.
En su interpretación de las elecciones López Obrador afirmó que “se votó por Enrique Peña Nieto para mantener el régimen de corrupción, no tengo la menor duda de que eso significa el voto” y comentó que tiene “pruebas que en el estado de México gastaron mil 800 millones de pesos en despensas, podemos decir que compraron un millón de votos por lo menos”.
López Obrador, afirmó que conoce su responsabilidad histórica y que actuará con responsabilidad, anunció que va a acudir a todas las instancias legales, no permitirá el fraude electoral y solicitará el cómputo de todas las actas de casilla y el conteo de votos.
La actitud de Andrés Manuel López Obrador fue lo que motivó la firma del Pacto de Civilidad en el IFE tres días antes de las elecciones, con la presencia de diversas organizaciones sociales y empresariales que demandaron respeto a los resultados electorales, ante la posibilidad de que el escenario actual se hiciera realidad.
Triunfar con diferencia amplia es fundamental, en particular frente a actitudes disuasivas como la que plantea López Obrador, quien descalifica el proceso electoral cuando el resultado no le fue favorable. ¿Qué diferencia se necesita para que López Obrador cambie de actitud y reconozca el resultado? Un voto. Así es nuestra democracia.
La responsabilidad del IFE es ofrecer todas las garantías de transparencia sobre los procesos electorales, al respecto el consejero Benito Nacif Hernández comentó que la actitud de López Obrador está apegada al Pacto de Civilidad suscrito por todos los candidatos a la Presidencia la semana pasada y nadie puede pedirle que no recurra a instancias jurisdiccionales.
Los estudiosos de los conflictos han observado las estrategias aplicadas por algunos grupos que participan en los escenarios políticos de México, pretenden reivindicar los derechos políticos, laborales o sociales que enarbolan en sus luchas las organizaciones con las que se involucran. Practican la máxima “el fin justifica los medios”.
Utilizan recursos retóricos para convencer a sus seguidores. Sostienen que una mentira dicha miles de veces, termina por ser verdad. Su argumentación para persuadir toma elementos de la realidad cotidiana y lleva a la población a razonamientos audaces que, aunque se identifican con la realidad, no presentan las causas de los problemas, sino los efectos, de los cuales se responsabiliza al adversario político.
Las observaciones permitieron definir los pasos que los grupos utilizan para desestabilizar a sus oponentes, son doce y fueron identificados en procesos electorales, movimientos estudiantiles, huelgas sindicales, manifestaciones y otros, se llama Modelo de Provocación y son:
1.- Descalificar a la autoridad sembrando la duda acerca de la honorabilidad de sus actos y la legalidad de sus determinaciones.
2.- Ubicarse en el escenario político como víctima.
3.- Crear problemas de índole legal, amplificándolos a través de los medios de comunicación y culpar de ellos al adversario.
4.- Anunciar fraudes y culpar a las autoridades de su posible consumación.
5.- Generar violencia y culpar a las autoridades de ella.
6.- Intimidar a la autoridad, amenazarla con paros, manifestaciones y toma de instalaciones.
7.- Presentar demandas que de antemano se sabe no serán satisfechas por la autoridad, a fin de acusarla de intransigente.
8.- Señalar al gobierno como autoritario e intolerante.
9.- Promover una corriente de opinión pública que califique al provocador como portador de la razón.
10.- Denunciar a los medios de comunicación como corruptos, cuando no apoyan la causa.
11.- Motivar expresiones de simpatía de parte de miembros distinguidos de la comunidad.
12.- Presentarse como perseguido político por causa de su lucha.
Para que los provocadores tengan éxito, es necesario que los provocados reaccionen, es la única manera de continuar su escalada, misma que deben justificar ante la opinión pública. Es importante la manipulación que los provocadores hacen de los medios de comunicación que, en ocasiones, actúan como amplificadores del conflicto y se levantan como defensores de las causas que consideran noticia. Cualquier parecido con la realidad actual, no es coincidencia.
Por Enrique Pérez Quintana